miércoles, 15 de abril de 2015

NO HAY PRIMERA, PERO SÍ SEGUNDA Y MÁS TERCERA

Raymond Poulidor, 15 de abril de 1936, tiene la particularidad de tener dos apodos para bien y para mal. El apodo bueno es de  "Pou-Pou" y el que se podría entender para mal es el de "El eterno segundo".
A veces el no ganar, no significa perder.. para entender más esta frase se puede dar como ejemplo la historia de este francés que nunca fue campeón , pero que ganó fama y fortuna como un excelente perdedor.

Se podría decir que parte de su drama se debió a que, siendo un buen ciclista, tuvo que rivalizar con dos grandes ciclistas, Eddy Merckx (considerado el mejor de todos los tiempos) y Jacques Anqueti (primer ciclista en ganar cinco veces el Tour de Francia). Lo que le pasó a Raymond P. es algo así como ser el menor de los hermanos, sabes que siempre a la hora de pedir propina nunca serás el primero en recibirla.
Comenzó de una manera un poco compleja, ya que su familia, en especial su madre se oponía a que practique este deporte, de a pocos consiguió ganar torneos regionales y eso le brindo mayor confianza para dejar de ser amateur y empezar a practicarlo de manera profesional.

No siempre las cosas salen como uno quiere y esto le sucedió a Raymond P. ya que tuvo una forzosa interrupción en su carrera pues tenía que cumplir con el servicio militar obligatorio. En ese tiempo perdió la forma y el ritmo que había conseguido al entrenar diariamente  y al competir en distintos torneos. Al regresar a casa estaba decidido a volver a retomar el físico y el compás del ciclismo, es así como la primera prueba que disputó, Burdeos-Saintes, triunfó con 6 minutos de ventajas sobre sus rivales. Esa victoria fue como un grito en el alma diciendo !VOLVÍ¡.

Al siguiente año, en 1961, ratificó sus condiciones al ganar el Campeonato de Francia. Es en el año 1962 cuando da inicio a su singular historia con el Tour de Francia, ya que en cada carrera terminaba en segundo y tercer puesto, pero eso no detuvo su ímpetu y amor por el ciclismo, ya que siguió+ y siguió intentándolo año tras año y cada vez más con el apoyo de la gente.

Un cumpleaños más hoy, como cada año distinto, singular, extraño y especial. El registro de victorias de Raymond Poulidor es emocionante, pero su lista de pérdidas es asombrosa. Ocho veces en el podio de París, pero ni una sola vez como primero, siempre segundo o tercero.





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